Uno de los ingredientes del té verde, el epigalocatequin-3-galato (EGCG) ha ganado mucha atención entre los científicos, como una de las principales moléculas derivadas de las plantas con más efectos potencialmente beneficiosos sobre la salud.
El EGCG se está estudiando como sustancia beneficiosa para enfermedades de las articulaciones, como la artritis reumatoide y la artrosis, con resultados prometedores. Se necesitan más estudios, pero ya existen las primeras evidencias científicas de que esta sustancia derivada de las plantas de té, tiene efectos antireumáticos.
Artritis Reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por la activación del tejido sinovial que está dentro de la cápsula articular. El resultado es una invasión del cartílago y del hueso dando lugar a la disfunción progresiva de la articulación. La importante morbilidad y disfunción que conlleva, con frecuencia conduce a problemas personales, familiares, económicos y sociales, llevando incluso a la muerte en algunos casos.
Una mayor comprensión sobre la forma en la que se produce la artritis reumatoide ha clarificado el papel de las citokinas y otros mediadores inflamatorios y ha proporcionado la base científica para el desarrollo de fármacos nuevos y mejor dirigidos.
Los tratamientos actuales para la artritis reumatoide son muy fuertes, desde el punto de vista de los efectos secundarios que se producen en los pacientes que los reciben. El metotrexato y los inibidores del TNFalfa son los medicamentos de elección hoy en día para esta enfermedad.
Artrosis
La artrosis, llamada también osteoartritis en el mundo anglosajón, es una enfermedad común de las articulaciones caracterizada por áreas focales de daño en el cartílago articular, centradas en las zonas de mayor carga, que se asocia con el crecimiento de hueso nuevo (osteofitos) en los bordes de la articulación, cambios en el hueso que está por debajo del cartílago, grados variables de sinovitis (es decir, inflamación synovial) y engrosamiento de la cápsula articular.
La gravedad de la artrosis varía de paciente a paciente, pero los síntomas más comunes son el dolor, la dificultad al movimiento, la inflamación y la deformidad articular. Esta enfermedad está muy relacionada con la edad, siendo rara antes de los 40 años, pero con un aumento marcado de su frecuencia con la edad.
Aunque se ha considerado la enfermedad de la destrucción del cartílago articular, actualmente se ha demostrado que el hueso y la sinovial de las articulaciones afectadas también estan dañados. A pesar de la evidente relación entre todos estos componentes de las articulaciones, todavía hay que elegir, desde el punto de vista terapéutico, entre dar fármacos para el cartílago, el hueso o la sinovial.
El enfoque terapéutico de esta enfermedad incluye los analgésicos y los fármacos antiinflamatorios no esteroideos. Por desgracia, estos medicamentos pueden precipitar reacciones adversas graves, a la vez que sólo proporcionan mejora de los síntomas, sin actuar de ninguna forma sobre la progresión de la enfermedad. Además, los enfermos con riesgo elevado de enfermedad cardiovascular, tanto del corazón como cerebral, tienen mayor riesgo de padecer estas enfermedades debido a estos medicamentos, por lo que su uso a largo plazo no está indicado para este tipo de pacientes.
Datos recientes están aclarando que la combinación de medicamentos como la glucosamina con el condroitín-sulfato pueden producir una mejoría de la enfermedad, en términos de menos pérdida de cartílago y de menos dolor.
Eficacia del epigalocatequin-3-galato en la artritis y en la artrosis
El EGCG, según estudios realizados en laboratorios, protege contra la rotura de los tejidos cartilaginosos que se produce en las enfermedades articulares. El EGCG tiene efectos beneficiosos sobre las células que componen el cartílago, según se ha demostrado en varios estudios de experimentación en laboratorios.
En las enfermedades reumáticas, la pérdida del equilibrio entre la formación y la resorción del hueso da lugar a anormalidades o deformidades esqueléticas que afectan a la calidad de vida. En este sentido, se ha visto que esta sustancia actúa impidiendo el desarrollo de los osteoclastos, que son las células diferenciadas del hueso para eliminarlo.
Actualmente se están llevando a cabo ensayos clínicos terapéuticos con EGCG y con extractos de té verde, con resultados prometedores. Se está realizando un esfuerzo científico importante, en forma de estudios clínicos y pre-clínicos, para dilucidar los efectos de estas sustancias sobre la salud humana.
Una evaluación extensiva de los beneficios y de los riesgos potenciales del polifenol epigalocatequin-3-galato encontrado en el té verde, en combinación con los fármacos actuales para la lucha contra las enfermedades reumáticas es algo que debe hacerse, antes de indicarlo a los enfermos. Para los científicos y los médicos que trabajan en el área del descubrimiento de nuevos medicamentos, ésta es una oportunidad importante de conseguir
medicamentos más seguros contra enfermedades como la artrosis o la artritis reumatoide.
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