El té rooibos, como el té verde y el té negro, es rico en flavonoides y antioxidantes. De hecho, el té rooibos se ha encontrado que contiene cincuenta veces más superóxido dismutasa (SOD) que el té verde. También tiene otros antioxidantes que no se encuentran en los otros tipos de té. La superóxido-dismutasa es una enzima que se encarga de catalizar la destrucción de los radicales libres de oxígeno. Protege a las células metabolizadoras de oxígeno contra los efectos dañinos de los radicales libres de superóxido.
El efecto de los radicales libres (un subproducto del funcionamiento celular normal) en el proceso del envejecimiento y el descenso de la función del sistema inmune son situaciones contra las que luchan los antioxidantes del té rooibos. El té rooibos es completamente puro y natural. No contiene aditivos, preservantes ni colorantes. No añade calorías a las personas que lo toman, por lo que es ideal para personas que están haciendo dieta.
El té rooibos fa muy bien para personas que sufren de irritabilidad, dolores de cabeza, transtornos del sueño, insomnio, tensión emocional, depresión suave o, incluso, hipertensión. No contiene cafeína, por lo que actúa como tranquilizante del sistema nervioso. Otra de las ventajas del té rooibos es que no tiene muchos taninos, por lo que no tiene efectos negativos sobre la absorción de hierro ni de las proteínas.
Además, el té rooibos tiene propiedades antiespasmódicas, aliviando los calambres digestivos en los adultos y los cólicos en los bebés. También ayuda a mejorar otros problemas o síntomas digestivos como las náuseas y vómitos, ardor de estómago, úlceras y estreñimiento.
Calcio, manganeso y, en especial, fluoruros, son elementos que aporta en consumo regular de té rooibos. El flúor es necesario para tener dientes fuertes y sanos. Merece la pena destacar, de todas formas, que un exceso de flúor produce el efecto contrario sobre los dientes y la salud general, pudiendo dar lugar a la fluorosis. El té rooibos también contiene zinc, muy bueno para la piel, y magnesio, necesario para el sistema nervioso.
Por sus efectos beneficiosos sobre la piel, el té rooibos ayuda a disminuir ciertos síntomas como el prurito (picores), el eccema y el acné, cuando se aplica directamente sobre las áreas afectadas.
Lo bueno del té rooibos es que puede tomarse todo el día: energizante al levantarse, como un gran apaciguante de la sed durante el día, y como un gran relajante durante la noche, para conciliar el sueño y dormir bien.