Diversos estudios epidemiológicos han estimado que cerca de un tercio de la población mundial sufre de insomnio en diversos grados. El uso de hierbas medicinales como tratamiento alternativo para los síntomas del insomnio ha ido aumentando debido a que estos productos de herboristería son fácilmente accesibles sin receta médica y existe la percepción subjetiva de que son seguros.
Sin embargo, muchas hierbas tradicionales con efectos sedantes como la Passiflora incarnata, o flor de la pasión, se han empleado desde hace mucho tiempo para ayudar a dormir, sin apoyo científico en relación a su eficacia y seguridad en el consumo humano.
La flor de la pasión es un ansiolítico y sedante utilizado como remedio de hierbas para el tratamiento de los síntomas de ansiedad y de insomnio.
Los posibles efectos sedantes de la flor de la pasión se han estudiado básicamente en animales. Se desprende de estos estudios una buena evidencia del efecto ansiolítico de esta hierba en animales de experimentación.
Dos ensayos clínicos realizados con seres humanos han demostrado también la eficacia del té de flor de la pasión en el tratamiento de la ansiedad. Otros estudios también han mostrado efectos sedantes significativos en el tratamiento de la deshabituación de los opiáceos y en el tratamiento del problema de déficit de atención por hiperactividad. En estos estudios se utilizó el extracto de flor de la pasión a dosis de 45 gotas por día.
El último (2011) ensayo clínico, publicado en Phytotherapy Research, sobre el efecto de la flor de la pasión ha tenido como objetivo analizar si el té de flor de la pasión tiene un impacto positivo sobre el sueño en personas, comparado con un té de placebo.
Los hallazgos de este estudio indican que el consumo de té de flor de la pasión da lugar a beneficios subjetivos sobre la calidad del sueño, a corto plazo, en adultos sanos con ligeras fluctuaciones de la calidad del sueño.
Es importante destacar que las diferencias en la calidad del sueño fueron sólo significativas para la llamada calidad subjetiva del sueño, pero no para la calidad objetiva, que se mantuvo sin diferencias. Este hecho puede deberse a que las dosis utilizadas en el experimento fueron tres veces menores que las recomendadas habitualmente. La dosis de té de flor de la pasión recomendada para que se noten sus efectos es de 3 tazas al día. Es muy probable que el efecto sedante tenga que ver con la dosis administrada. Otro de los posibles problemas del estudio fue que duró solamente una semana, que puede ser un tiempo demasiado pequeño para demostrar un efecto objetivo.
Los próximos estudios deberían hacerse con pacientes diagnosticados previamente de insomnio.
A pesar de las limitaciones del presente estudio, el hallazgo de que el té de Passiflora incarnata mejoró la calidad percibida del sueño constituye la primera evidencia de la eficacia de esta hierba sobre la calidad del sueño en seres humanos. Por ello se sugiere que el té de flor de la pasión puede ser una alternativa viable para el manejo de problemas ligeros del sueño.