El té ha sido apreciado a través de la historia por sus efectos promotores de la salud. A través de estudios de investigación que están en marcha, los científicos están descubriendo que el uso tópico del té puede conferir numerosos beneficios para la piel. Ricos en antioxidantes, los extractos de té aplicados tópicamente ayudan a promover una piel saludable y juvenil.
Muchas veces nos referimos a la piel como un gran envoltorio del cuerpo humano. Sus funciones son numerosas y muy variadas, incluyendo la protección externa, regulación de la temperatura, detección sensorial y eliminación de toxinas, así como funciones especializadas en relación con el cabello y las uñas. Una propiedad extraordinaria de la piel es que nuestro cuerpo la está fabricando de forma contínua. La piel se reproduce a sí misma aproximadamente cada 28 días, el tiempo que lleva a una célula de la piel recién nacida, o célula epidérmica, para migrar y madurar en la superficie seca de la piel, conocida como estrato córneo.
El aspecto de la piel está determinado por su exposición a influencias medioambientales potencialmente dañinas como la luz solar y la contaminación atmosférica, en combinación con la dieta y el cuidado tópico. La promoción del aspecto y función óptimos de la piel lleva consigo la protección y nutrición de la piel tanto como sea posible. Es importante que estos esfuerzos se dirijan a las células de la piel durante las etapas más tempranas de su desarrollo, de forma que las células maduras funcionen tanto como puedan. Estos esfuerzos también juegan un gran papel en la prevención de muchas enfermedades de la piel, así como el cáncer de piel, una de las formas más comunes de todos los cánceres.
Los tés rojo, blanco y negro se han usado por todo el mundo durante siglos como remedios para varias enfermedades. La investigación moderna continúa elucidando los efectos anti-edad y de promoción de la salud del té. Hallazgos recientes han mostrado que el té tiene beneficios antioxidantes, antienvejecimiento, antiinflamatorios y contra el cáncer. Cuando se combina con otros agentes tópicos en los productos para el cuidado de la piel, el té ayuda a incrementar sus efectos, una sinergia que ayuda a mejorar el aspecto de la piel, su textura y su función. La exfoliación frecuente permite que los constituyentes activos del té penetren mejor en la piel. Los alfa-hidroxi ácidos están entre los agentes exfoliativos más beneficiosos que están disponibles hoy en día.
El té contiene varios de los antioxidantes más potentes y protectores para la salud de la piel. Los más importantes son las vitaminas C y E, los carotenoides y los flavonoides.
La vitamina C contribuye a la salud humana de formas muy diferentes e importantes, incluyendo la promoción de la salud y de la belleza de la piel. La vitamina C disminuye la producción de melanina, permitiendo y a piel más luminosa y brillante. Se requiere para la síntesis del colágeno, lo que ayuda a tener menos arrugas y también ayuda a facilitar la reparación de la piel dañada. La vitamina E es un fuerte antioxidante que es capaz de suprimir los radicales libres de la piel. Su capacidad para regenerar la piel se ve mejorada por la presencia de vitamina C.
Los carotenoides que se encuentran en el té son antioxidantes potentes que ayudan también a eliminar los radicales libres generados por los rayos ultravioleta. Además de las vitaminas antioxidantes y los carotenoides, el té también contiene de un 25% a un 30% de flavonoides, que incluyen pigmentos de las plantas, solubles en agua, conocidos como polifenoles. El polifenol principal del té es el epigalocatequín-3-galato, o EGCG. El uso oral y tópico del té y del EGCG ayuda a inhibir la inflamación y el estrés oxidativo, y puede ayudar a prevenir el fotoenvejecimiento (envejecimiento de la piel debido a la exposición a la luz solar) y los cánceres de la piel. La combinación de estos antioxidantes naturales mejora la salud de la piel, dándole un aspecto más brillante y saludable.
Los estudios de investigación indican que el té es un inductor potente de la superóxido dismutasa (SOD), un enzima que actúa como mecanismo de defensa de las células expuestas al oxígeno. Cuando los adultos alcanzan la edad de 60 ó más años, la cantidad de SOD en la piel normal disminuye y es incapaz de neutralizar de forma adecuada grandes cantidades de productos de la oxidación. La luz del sol, el tabaquismo y lo que comemos contribuyen a la generación de radicales oxidativos, por lo que es de importancia crítica optimizar los niveles de SOD a través del uso de té y otros compuestos que contengan flavonoides.
Además de los beneficios del té para la belleza, los ácidos naturales – los alfa-hidroxi – rejuvenecen la piel ayudando a deshacerse de las células viejasy dañadas por el sol. Los alfa-hidroxi ácidos sueltan las sustancias que unen las células de la piel unas a otras, permitiendo que la piel muerta caiga y emerja la piel nueva. Esta piel nueva tiene un aspecto más fresco y saludable, con mejor color y textura. La exfoliación con estos ácidos hace que los agentes antioxidantes tópicos como los que contiene el té afecten a las células nuevas para el máximo beneficio.
Para unos efectos óptimos, el uso frecuente de productos tópicos que contienen té en combinación con agentes exfoliativos se recomienda. Además, los suplementos orales con vitaminas C y E, carotenoides y ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a tener una piel más hermosa.
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